

El Deportivo Cali, apodado los “azucareros,” está pasando por una de sus etapas más críticas en la historia del fútbol profesional colombiano. El club ha estado lidiando con una seria crisis económica durante varios años, lo que los ha puesto al borde del descenso y ha generado incertidumbre sobre su futuro. Los retrasos en el pago de salarios han provocado problemas legales, intensificando la presión sobre una directiva ya de por sí acorralada.
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Aunque el Deportivo Cali mostró una clara mejoría en su desempeño durante la primera mitad de 2025, el equipo dirigido por Alfredo Arias no consiguió clasificar a los cuadrangulares. Esta decepción interna provocó la salida de Arias, dejando el puesto de entrenador disponible. Después de mucha incertidumbre y rumores sobre su reemplazo, la directiva sorprendió al nombrar a Alberto Gamero, a pesar de su reputado alto costo.
Con su llegada, además de un mercado de fichajes bastante destacable, el club espera volver a la senda de la grandeza, peleando por acceder a cuadrangulares, en un principio, y ya después buscar alzar títulos de forma regular para intentar retomar la normalidad financiera que los ha mantenido lejos de figurar a nivel nacional y que, en este momento, ha metido al elenco en la pelea por no descender.
Para los aficionados, la confianza en Gamero es total, pues esperan volver a un Deportivo Cali como el de la segunda mitad de la década anterior, donde brillaron jugadores que, en su mayoría surgieron de la cantera y le dieron prestigio al club, siendo uno de los más relevantes el talentoso volante creativo Nicolás Benedetti, mismo que en este momento se encuentra en Mazatlán de México, pero que, ante la sorpresa de todos, habría entrado en los planes del Sevilla de España para la próxima temporada.
 
				



