La trágica muerte de Valeria Afanador, la niña de 10 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida en Cajicá, Cundinamarca, ha dejado profundas secuelas emocionales en su familia. El padre de la menor, Manuel Afanador, confirmó que ha retirado del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles Bilingüe a los otros tres hijos que estudiaban allí, como medida de protección emocional y psicológica tras lo ocurrido.
“Mis hijos tienen pánico de salir, tienen miedo de salir, ellos me dicen papá tenemos miedo de que salgas y no regreses como le pasó a Valeria”, expresó Manuel Afanador en entrevista con Caracol Radio.
El padre también aseguró que tanto él como su esposa, Luisa Cárdenas, están atravesando por un momento devastador:
“Nuestras vidas están totalmente destrozadas […] los hermanos trillizos de Valeria están en un proceso psicológico muy fuerte. Con miedo, con susto, con pánico, miles de cosas”.
Disputa entre la defensa del colegio y los Bomberos de Cundinamarca
Mientras tanto, continúa la controversia por la responsabilidad del colegio en los hechos. Francisco Bernate, abogado de la institución, aseguró que esta cumplía con todas las exigencias de seguridad:
“Sí tenía verificación y cumplía con lo establecido por los organismos de emergencia”, señaló el jurista, añadiendo que contaban con aval en el marco del Puesto de Mando Unificado (PMU).
Sin embargo, estas afirmaciones fueron contradichas por el capitán Álvaro Farfán, comandante del Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca, quien encabezó las labores de búsqueda.
“El colegio de la niña no tenía el concepto de bomberos para operar y tampoco fue autorizado para realizar obras en los linderos, después de la desaparición de Valeria”, afirmó Farfán en entrevista con El Tiempo.
El oficial también aclaró que, conforme a la Ley 1575, todos los establecimientos educativos deben contar con un concepto técnico favorable para su funcionamiento, y en este caso, ese requisito no se había cumplido.
Dictamen forense y continuidad de la investigación
El informe preliminar de Medicina Legal confirmó que la menor falleció por ahogamiento. Sin embargo, la familia y las autoridades aún exigen respuestas más claras sobre cómo ocurrió el deceso y por qué el cuerpo no fue hallado antes, a pesar de las labores de búsqueda exhaustivas.
La comunidad sigue a la espera de avances en la investigación que permitan esclarecer lo sucedido y establecer si hubo negligencia o irregularidades que pusieran en riesgo la vida de Valeria Afanador.
