En la última jornada de la Eliminatoria, los jugadores de la Selección Colombia encontraron la eficacia que tanto faltó en muchos partidos, no tuvieron piedad de una Venezuela a la que golearon 3-6 en Maturín, la dejaron a La Vinotinto eliminada en el camino al Mundial 2026 y, de paso, le dieron una mano a Bolivia que se quedó con el cupo a la repesca.
Eso sí, aunque el marcador fue estruendoso y sacudió con todas las ilusiones venezolanas, también quedaron muchas dudas en el funcionamiento del equipo colombiano que estuvo lleno de variantes, con la certeza absoluta de Luis Javier Suárez como titular, pero con otras falencias marcadas en otras posibilidades.
Desde el planteamiento, Néstor Lorenzo dejó claro que quería probar variantes y metió seis cambios en la alineación titular, respecto a lo que fue el juego anterior contra Bolivia.
A Kevin Mier, Daniel Muñoz (regresó de sanción), Yerry Mina, Álvaro Angulo, Kevin Castaño y Luis Javier Suárez se les abrió la oportunidad, ingresando en lugar de los desplazados Camilo Vargas, Santiago Arias, Jhon Lucumí, Johan Mojica, Jhon Arias y Jhon Córdoba.
¡Golpe con golpe yo pago!
Haciendo honor a la canción de Pastor López, un personaje ilustre en los dos países, y más por estas épocas, porque “desde septiembre se siente que viene diciembre”, comenzaron los dos seleccionados que se atendieron a goles desde los primeros minutos.
La Tricolor no se había terminado de asentar en Maturín cuando un potente remate de Telasco Segovia se posó en el fondo de la red, tan solo a los 3 minutos de juego, dejando en claro que La Vinotinto arrancaba con todo en busca de la repesca para mantener viva la ilusión de llegar a su primer mundial.
Sin embargo, acudiendo a esa experiencia de haber estado en mundiales y a una fórmula conocida en el combinado nacional, desde un tiro de esquina llegó un lanzamiento teledirigido de James Rodríguez que fue capitalizado por Yerry Mina en el combate aéreo e igualar las acciones sobre los 10 minutos.
El primer impacto colombiano no duró mucho porque más se demoró la celebración que el segundo tanto venezolano. Recién sacando del medio, Segovia metió otro potente disparo que no logró contener Kevin Mier y atento al rebote apareció Josef Martínez para el 2-1 parcial en 12 minutos.
Luis Suárez, un arma letal en ataque
Lo que no tenía muy claro en Venezuela era el arma secreta de los comandados por Néstor Lorenzo, a Luis Javier Suárez que aprovechó su oportunidad como titular para dejar un claro mensaje de cara al Mundial. No fue uno ni dos, fueron cuatro los impactos que acertó el delantero que navega por estos tiempos en el Sporting de Lisboa de Portugal.
Primero, el samario aprovechó un balón que le bajó Luis Díaz y de cara al portero Romo no desaprovechó para volver a igualar el partido.
Luego demostró capacidad de encare, recibiendo recostado por la derecha para filtrarse hacia el centro y poner el 3-2, momentáneo. También demostró capacidad para liquidar en contragolpe para ampliar el marcador y por último sacó su arma de cazador de área, facturando una gran asistencia de Richard Ríos para sellar su póker y dejar la cuenta 2-5.
Lorenzo dio algo tregua
Ante la destrucción de Suárez, el estratega de La Tricolor decidió realizar variantes y sacó al hombre de la noche. De entrada, los movimientos fueron aprovechados por quienes defendían sus predios que con Salomón Rondón encontraron un nuevo impacto en el minuto 76.
Ese 3-5 parcial, despertó algunas dudas e incluso animó a Venezuela que se fue al todo o nada en busca de un milagro.
El mismo no se dio y fue Jhon Córdoba, que entró por Suárez, el encargado de demostrar que nuevamente tiene la pólvora activada y a pase de Juan Fernando Quintero no perdonó para poner el 3-6 definitivo.
Bolivia se va al repechaje
Aprovechando la victoria colombiana y el lamento venezolano, fue la selección de Bolivia la que aprovechó, y con un solitario gol de Miguelito, desde el punto penal, venció 1-0 a Brasil, en el Estadio Municipal de El Alto y se quedó con la séptima casilla que le da la opción de buscar el cupo al mundial mediante el repechaje.
En la siguiente fase, los del Altiplano deberán esperar rivales para saber su camino en una disputa en la que podrá tener uno o dos partidos para definir el tiquete. Dicha repesca tendrá a 6 equipos, que se dividirán en dos caminos de 3 equipos. Cada ruta sembrará al mejor ubicado en el ranking en una final por el cupo, los otros dos participantes disputarán la semifinal previa. Por ahora, esa ruta poco importa en Bolivia en donde la simple opción de seguir en carrera y vencer a Brasil se festejó como una clasificación directa.
