
La historia de cómo la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) logró encontrar los restos de varias víctimas de desaparición forzada en La Escombrera de Medellín es tan asombrosa que parece sacada de una novela de Gabriel García Márquez. Tal y como pasó en Cien años de soledad cuando el hilo de la sangre de un hijo muerto atravesó Macondo para buscar a su madre, el recuerdo de sus familiares llevó a decenas de mujeres a visitar una y otra vez La Escombrera.
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El pasado viernes 2 de octubre la JEP estrenó un documental que retrata los pormenores de los hallazgos que se hicieron en este lugar en el que se depositaban desechos de construcción y donde, además, los paramilitares llevaban a sus víctimas para desaparecerlas.
La pieza audiovisual, de 55 minutos de duración, construye a varias voces el relato histórico de los crímenes que se cometieron en la Comuna 13 y cuyo rastro intentó ocultarse en La Escombrera. A partir de los testimonios de las víctimas, de los representantes de organizaciones sociales y de los investigadores, la JEP reveló paso a paso cómo se gestó este crimen que intentó ser silenciado por autoridades y actores criminales.
El principio de la narración se sitúa durante el comienzo de la década de los 2000, cuando los habitantes del norte de Medellín, sobre todo en la Comuna 13, quedaron en medio del fuego cruzado entre grupos armados como la guerrilla de las Farc y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Desde finales de 2001, varios testimonios empezaron a señalar que estaban desapareciendo personas, que se las llevaban señalándolas de ser colaboradoras de la guerrilla y que terminaban en La Escombrera, también conocida como ‘La Laguna’. Más tarde, las investigaciones de la JEP mostraron que no eran solo hechos aislados.
El magistrado de la JEP Gustavo Adolfo Salazar, quien lideró la búsqueda de los restos de las víctimas, le contó a PUBLIMETRO que este modus operandi fue algo “absolutamente sistemático”. Según Salazar, solo entre junio del 2002 y diciembre del 2003 hubo alrededor de 180 desapariciones. Aunque ese período fue el que más casos dejó, aún en el 2004 se registraron otras desapariciones.
“Ese fue el proceso de consolidación del Bloque Cacique Nutibara -de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)-. Coincide plenamente”, sostuvo Salazar. Y agregó que estos hechos no solo se registraron en La Escombrera, sino también en otros sectores de Medellín adonde fueron a parar los restos óseos de víctimas de las comunas 7 y 13 y del corregimiento de San Cristóbal.
Pero aunque las denuncias de las víctimas y las confesiones de los propios victimarios apuntaban a La Escombrera, hallar restos humanos parecía una tarea prácticamente imposible. En 2015 la Fiscalía General de la Nación hizo los primeros trabajos forenses, pero los esfuerzos de los investigadores en ese entonces fueron infructuosos, pues no lograron hallar restos de las víctimas.
Se trataba de una tarea titánica, pues incluso en 2014 hay reportes que advierten que para entonces se seguían vertiendo desechos y escombros en ese punto de Medellín, con lo cual la búsqueda de las víctimas se hizo cada vez más difícil.
El documental muestra que la JEP le puso la lupa al caso desde el 2018, cuando el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) le solicitó adoptar una medida cautelar para proteger La Escombrera y permitir la búsqueda de los desaparecidos. En 2020, la JEP le ordenó a la Alcaldía de Medellín proteger dos predios en La Escombrera y La Arenera. Además, designó al Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación de la JEP trazar un plan y coordinar con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) iniciar la titánica labor de buscar los restos de las víctimas.
Durante la presentación del documental el magistrado y presidente de la JEP, Alejandro Ramelli, recordó que los expertos forenses no les dieron esperanza sobre estos esfuerzos. De hecho, les señalaron que era prácticamente imposible encontrar vestigios de los cuerpos humanos que habían permanecido en el fondo de miles de toneladas de escombros durante dos décadas.
“Siempre nos trataron de locas”
Pero los colectivos de mujeres que estuvieron clamando por la aparición de sus familiares y los funcionarios de la JEP no se dieron por vencidos.
El documental reconstruyó la ansiedad que atravesó a las víctimas y los investigadores durante esos años. Todo fue desasosiego hasta un miércoles de diciembre del 2023, cuando estaban removiendo material con maquinaria y encontraron los primeros restos óseos. Entonces no quedó duda: familiares de las víctimas tenían razón.
“Siempre nos trataron de locas y nosotras locas nunca hemos sido. Somos unas mujeres que siempre hemos tenido la verdad por delante y la hemos luchado con toda la razón”, le dijo Blanca Nubia Correa, representante del colectivo Mujeres Caminando por la Verdad, a PUBLIMETRO. Además, sostuvo que siempre tuvieron la seguridad de que ahí estaban los cuerpos y esa certeza les permitió insistir en que las autoridades hicieran algo por devolverles los restos de sus familiares.
“El hallazgo de un cuerpo básicamente es la posibilidad de hacer el duelo. Esa es la tranquilidad que se derivaba: la esperanza de hacer el duelo”, indicó, por su parte, el magistrado Gustavo Salazar.
Un golpe al negacionismo
Durante la presentación del documental el magistrado y presidente de la JEP, Alejandro Ramelli, aseguró que los hallazgos realizados en La Escombrera deben disipar cualquier atisbo de negacionismo frente a las desapariciones forzadas. Hasta ahora, la JEP ha hallado los restos de siete personas, cuatro de las cuales ya están plenamente identificadas.
En conversación con este diario, Ramelli señaló que es relativamente común que después de la firma de un acuerdo de paz proliferen las narrativas que pretenden negar o minimizar la gravedad de los crímenes perpetrados por distintos actores armados durante los conflictos.
“Pero yo creo que con esta remoción de 54.000 metros cúbicos de tierra y el hallazgo de siete víctimas está más que probado judicialmente que era verdad que La Escombrera era un sitio de inhumación ilegal y que sí había víctimas del conflicto armado allí”, indicó el presidente de la JEP.